La presidenta peruana, Dina Boluarte, dijo que dará una lucha frontal contra el “narcoterrorismo”, en el sepelio de siete policías. Fueron abatidos en una zona donde operan narcotraficantes aliados con remanentes del grupo rebelde Sendero Luminos, cuando se trasladaban en un vehículo por un poblado en la región andina denominada VRAEM, Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. Según el gobierno, es el incidente más letal de este tipo para la policía en una década.
“No permitiremos más muertes, ni más violencia, queremos paz”, afirmó Boluarte en un discurso en la ceremonia fúnebre de los policías.
En el VRAEM, una región montañosa del tamaño de Puerto Rico, se produce el 75% de la cocaína del país y es el centro de operaciones de las fuerzas de seguridad contra remanentes maoístas de Sendero Luminoso, que según la policía hacen de guardaespaldas de los narcotraficantes.
Perú vivió en los últimos 20 años del siglo pasado una guerra entre su Fuerza Armada y Sendero Luminoso que dejó 69.000 muertos o desaparecidos. El país es, después de Colombia, uno de los mayores productores mundiales de hoja de coca y de cocaína, según Naciones Unidas.
El ataque se produjo cuando Boluarte encara una ola de protestas que han dejado en dos meses 60 muertos. En las protestas, que estallaron luego de la destitución del ex presidente Pedro Castillo, los manifestantes piden la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, elecciones anticipadas y un cambio de la Constitución. (Reuters)